LAURA RAMOS | ARTESANÍA TEXTIL | ITAHUE
Desde el hilado de la lana de oveja, pasando por el teñido con
fibras naturales, la confección de telas en distintos tipos de telar y la
creación de PERSONAJES CAMPESINOS EN FORMA DE MUÑECOS, Laura ofrece un producto
exclusivamente artesanal, en el cual aplica un modo de fabricación antiquísimo.
El aprendizaje del telar y el teñido no son parte del legado
familiar de Laura, sino que ella se introdujo en este conocimiento cuando tuvo
que hacer su proyecto de título como diseñadora. En la búsqueda de un objeto
único e innovador, echó mano de los conocimientos ancestrales de nuestra propia
tradición, como el hilado, teñido y tejido. Mediante la observación recreó y
dio vida a la gente del campo, a su entorno y sus colores, al paisaje natural y
cultural que la rodea, lo cual le valió el reconocimiento en 2012 de la UNESCO
con el “Sello de Excelencia en la Artesanía”.
“Las muñecas se distinguen más, porque tienen características
del entorno- Por ejemplo los colores vegetales son de las hierbas de mi
entorno, en las texturas también trato de imitar los paisajes de donde yo vivo,
distintos cafés, las chacras, las plantaciones de cositas, distintas líneas de
colores verde, amarillo, si uno mira la naturaleza eso es lo que ve, son los
colores propios de aquí”
Vivir de lo que le gusta: calidad artesanal v/s producción en
masa
Aunque tiene un título profesional, Laura dfecidió radicarse en
el campo y vivir de lo que le gusta, la artesanía textil. Esto ha significado
para ella la renuncia a muchas otras oportunidades, como trabajar en la ciudad
y ganar mucho más por hora de trabajo. Sin embargo, ella vive con la convicción
y satisfacción que le entrega la tranquilidad en el campo.
“Yo trato que mi vida se sustente
en lo que hago, no puedo vivir como alguien que trabaja en una oficina, que
gana 800 o un millón al mes. Mis amigas no entienden, pero eso solamente se
explica en cómo uno decide vivir su vida. Yo primero decido cómo vivir mi vida
y después busco cómo la voy a sustentar, y para vivirla no necesito tanto”.
Las principales instancias de
venta de los muñecos son las ferias artesanales, una de ellas fue en Cuenca,
Ecuador, donde fue invitada gracias al reconocimiento otorgado por la UNESCO.
Pero, cada vez se hace más difícil este formato de venta, debido a la
competencia de los comerciantes que venden productos en serie.
“No puedo ir seguido a las ferias,
porque tengo que juntar mucho y a veces no va bien… van más comerciantes, como
a las ferias de Molina y las de Curicó, antes la de la vendimia era buena, pero
ahora llevan gente que puede pagar stand, gente que vende harto, y el que vende
harto siempre es el que comercializa los productos de otro, no es el artesano.”
El caso de Laura es especial. Esta
cultora, a través de una innovación de productos creados con técnicas
milenarias, ha logrado proyectar el presente, pasado y futuro. Mediante la
observación y empatía con su entorno trama colores, formas y personajes,
conectándose con los ciclos naturales y con los cambios culturales, manteniendo una técnica inalterada en el
tiempo, que además, contribuye con la ecología.
“En el verano recolecto las hojas de las frutas, hojas de
durazno, hojas de ciruelo, hojas de cebolla también, galega. Al final todo lo
de la artesanía depende de lo improvisado… hay un grupo humano que vive de la
improvisación y eso no está en ninguna ley, ninguna constitución”.
“Después se van viendo como antiguas (las muñecas), igual que
la ropita de los niños de campo que antes les tejían a palillo (…) también hice
una muñeca con el delantal de las temporeras y quiero hacer una con el buzo
azul, porque lo más característico, de aquí de la zona agrícola, es la mujer
que cosecha la fruta.”
“Yo quisiera que más niños los
tuvieran (los muñecos), porque si pudiera hacer más, los vendería más baratos (…)
pero lo bueno es que estos muñecos no son de plástico y se biodegradan, porque
todo es natural y además resiste en la lavadora, entonces no contaminan si se
quedan en el barro, si quedan botados en el patio, enterrados, se hace tierra”.
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